Foto: @AlexLorrys

Avenida afrontó el partido como una final ante Zaragoza y la sacó sufriendo hasta el final, en la prórroga de un partidazo que, para el espectador neutral, debió ser una delicia. 76-74 gracias a un tapón de Crvendakic, que hizo unos cuantos, ante Fiebich, y después de remar y remar contra viento y marea. El partidazo de Cazorla, dejándose la vida, casi literalmente, de Andrea en defensa o de Aleks bien merecen la ovación que Würzburg, entregado a la causa, brindó al equipo.

Que Avenida no está en su mejor momento es una obviedad, todo lo contrario que un líder, Zaragoza que, a pesar de las bajas, juega y jugó un extraordinario baloncesto. Y a las charras les tocó bailar al ritmo de las mañas durante, prácticamente, toda la primera mitad. De nuevo, desde el inicio, con los males mostrados en Schio, sobre todo en el aspecto ofensivo donde las ideas no aparecían y sólo la lucidez de Aleks permitía sobrevivir. Dos faltas en apenas dos minutos de Julia la castigaban y la dejaban KO casi para todo el partido. Las charras, desacertadas de nuevo desde el exterior, ni un triple en diez minutos, y en cuanto a Zaragoza le entraron, se dispararon en el marcador hasta rozar la decena. Aguantó el primer “arreón” Avenida con 15-20.

Como hace tres días, resistiendo pero no convenciendo estaba el equipo salmantino cuando Mariona y Fiebich tomaron los mandos de nuevo para impulsarse hasta el +10. Las alarmas se encendían porque las azulonas no encontraban ningún ritmo y solo se encomendaban a la inspiración. Mejores las zaragozanas y Avenida siendo castigado por errores propios y por la constante interrupción por faltas que no hacía si no llevar una y otra vez a las visitantes a la línea de tiro libre, aunque cuando iba Avenida tampoco sacaba nada. Un triple de Maite y el casi final de Aleks reducían la renta con 31-37.

Estadísticamente, que están para romperse, era el tercero el cuarto “apisonadora” de Zaragoza y a Avenida este año no le iba nada bien. Pero reaccionó en ese parcial el equipo charro, espoleado por un Würzburg como el de las grandes noches. Por fin entraban los triples, los de Andrea desde la esquina, el de McCall. Avenida había vuelto al partido, se ponía por delante por primera vez e incluso gozaba de sus mejores  minutos. Varias opciones de situarse cerca de la decena de ventaha pero hoy no iba a ser ese día. 52-50, vaya diez minutos (o más) finales. 

Daba la sensación de que Avenida podía romperlo, pero, repetimos, no iba a ser ese día. Cazorla se echó el equipo a las espaldas, espaldas castigadas con minutos, defensa y demás, para mantener al equipo salmantino a flote. Un partido imperial de la canaria dejándose la vida. La coa estaba más en el fallo que en el acierto. Se iba Avenida por tres, se volvía a meter Casademont. Uno arriba, uno abajo. Qué partido. Último minuto y Mariona, tras un partido tremendo de la ex azulona, se ponía uno arriba. Falta sin balón sobre Andrea que anota el tiro libre y, con dos segundos por jugar, la tiene primero Silvia (con su “Silvinha” a la espalda) y luego Fas pero no pasa nada, sigan y sigan, y a la prórroga. 

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Pues cinco minutos para sufrir, y de lo lindo que supusieron un toma y daca constante. Las jugadoras, en ambos lados estaban absolutamente exhaustas y parecía claro que las visitas a la línea de tiros libres iban a decidir. El traje de super heroína estaba reservado para la que siempre aparece, una Silvia que a medio gas y medio físico, tiene más coraje y ADN Avenida que el 99% de jugadoras. Se tiró con todo y sacó personal tras personal. Suyos fueron los dos tiros libres que ponían a Avenida dos arriba. La última acción, para Fiebich, la taponó Crvendakic y la victoria se quedaba en casa. Qué necesitada era.