La incertidumbre sobrevuela el mundo del deporte y más concretamente el del baloncesto. Entre paralización de descensos y el intento de ascenso, la LEB Oro agoniza sin que se aclare demasiado cuál será el futuro de la competición.
Muchos clubes están aún trabajando para cerrar el presupuesto de esta temporada tratando de devolver o compensar a los socios por los partidos que no han podido ver, mientras hacen balance y miran de reojo a la próxima campaña.
La incertidumbre de los patrocinadores es algo que preocupa a estos equipos, ya que muchos de ellos dependen económicamente en gran medida de un patrocinador potente. Por si esto no fuera poco, se habla de comenzar la temporada sin público, o con un aforo reducido al 30%, algo que a algunos equipos apenas les supone un problema pero, a otros como el Palencia Baloncesto, con más de 3000 socios, se les hace inviable.
Entre fórmulas matemáticas y malabares, la LEB Oro no sabe si contará con 19 equipos el año que viene, contando los tres ascensos de LEB Plata y los ascensos de Valladolid y Gipuzkoa a ACB. Con 21 en el caso de que los ascensos a ACB no se consumen, o quizá con menos, si alguno de los clubes que actualmente militan en la segunda categoría del baloncesto español no lograse reunir los fondos necesarios para competir.
En definitiva, un presente complicado y un futuro inciertísimo que hace que el mercado apenas se haya movido en esta semana y media que ha pasado desde que se pusiera punto y final a la temporada 2019/20.