Almazán y Tordesillas en la fase de ascenso a 2 RFEF

Todo puede pasar a un partido, así lo demostraron Mirandés B y Tordesillas, que habiendo quedado cuarto y quinto en la clasificación de la liga regular, eliminaron al Real Ávila (3º) y Almazán (2º), en las semifinales por el ascenso a 2 RFEF.

El Atlético Tordesillas se convirtió en el primer finalista de la fase de ascenso de Tercera RFEF tras imponerse por la mínima al Almazán en La Arboleda (0-1).
Un gol de Torres en el minuto 6 dio el triunfo al quinto clasificado de la fase regular, rompiendo la imbatibilidad de los sorianos en su feudo esta temporada, donde no habían perdido ni un solo partido.

El Almazán pareció salir mejor a este primer encuentro de la fase de ascenso. Empujado por su afición, que pobló las gradas de La Arboleda, apretó de inicio, con el viento a su favor y acciones a balón parado. De hecho, tuvo la primera ocasión en un saque de banda en el minuto 2, que peinó el capitán, Anto, rondando el gol.

Pero en esta categoría no puede haber ni un solo despiste. Y el Atlético Tordesillas, enrachado por sus cinco victorias consecutivas, respondió pronto. Primero con un cabezazo de Campos, que hizo brillar a Alberto. Y acto seguido con el 0-1, en un saque de banda, que tocó Campos de nuevo por arriba y remató, tras bajar el cuero con el pecho, Torres a bocajarro.

Los vallisoletanos necesitaban ganar para pasar la eliminatoria. Y se habían puesto muy pronto por delante. El Almazán trató de reaccionar lo más rápido posible. Tuvo el empate en el minuto 15, en un balón suelto que cazó Elvi, pero su chut, centrado, lo despejó Farolo. A partir de ahí se impusieron los defensas visitantes, altos y fuertes, que evitaban cada uno de los centros por arriba de los locales. A ello se unía que Farolo estaba seguro bajo palos. El dominio era soriano pero faltaban las ocasiones. Salvo una de Edipo, que mandó el cuero a las nubes, apenas hubo en la primera mitad. Mientras que el Atlético Tordesillas creció en la recta final, con un centro de Miguel, al que no llegó Ayllón; y un remate de cabeza de Cachuli, que atrapó Alberto abajo.
Con ese 0-1 se llegó al descanso.


En la reanudación, y tras un primer aviso de los tordesillanos, en un lanzamiento lejano de Miguel, que paró Alberto en dos tiempos, el Almazán, a base de empuje y balones a la banda derecha, por donde entraba Edipo, quiso y buscó el empate. Aunque las ocasiones seguían sin llegar, por lo que Diego Rojas optó por mover su banquillo.
De hecho, la mejor ocasión en este tramo del partido fue para el Tordesillas, por medio de Ayllón, que, tras un error en la salida del balón de los sorianos, acabó mandando muy alto un disparo que parecía franco por el ala izquierda. Era el minuto 67 y el encuentro entraba en su última fase. Los adnamantinos no conseguían romper la defensa visitante y el tiempo corría en su
contra. Mientras el cuadro de Miguel de la Fuente defendía bien y salía en peligrosas contras. Como en el minuto 88, en una llegada de Camilo por el centro, que evitó, con una gran intervención, Alberto.

Los minutos finales se vivieron con la tensión del igualado marcador, con balones colgados de los sorianos; y contras de los vallisoletanos. Hasta el pitido final. El 0-1 dio paso a la celebración de jugadores y afición del Tordesillas sobre el campo.

Recuerda seguir la actualidad deportiva en nuestros perfiles de Facebook y Twitter

El filial mirandesista superó al Real Ávila en la prórroga (1-3) y se medirá al Atlético Tordesillas por ser el representante castellanoleonés en la Final Nacional del ascenso a Segunda RFEF.

Los abulenses se adelantaron muy pronto en el marcador, en el minuto 7, y fueron por delante hasta la recta final del encuentro, en el que el cuadro burgalés empató, mandando la eliminatoria a la prórroga. En ella, el filial del Mirandés estuvo más acertado, anotando dos tantos más y logrando el pase.
El encuentro comenzó con los dos conjuntos estudiándose, tratando de coger sensaciones sobre el verde de La Arboleda. El Mirandés B, con más balón, aunque con poca profundidad. El Real Ávila, con más verticalidad. Y, las cosas del fútbol, al igual que en la primera semifinal, el marcador se alteraría pronto. En el minuto 7 por medio del cuadro abulense. De nuevo con el balón parado de protagonista. Saque de banda por el flanco izquierdo, toque de primeras de Rober para Javi de Mesa que, tras amagar y dejar atrás a un primer defensa, batió por debajo de las piernas a Aritz.

El Mirandés B no se vino abajo y, por medio de la posesión y del buen trato de la pelota, trató de reaccionar pronto. Le faltaron las oportunidades. Porque el balón sí lo tuvo. Mientras, el Real Ávila aguantaba atrás, esperando alguna contra.
El empate pudo llegar en el 32. En una jugada en la que Erik recibió entre líneas, abrió a banda a Ariel y el centro lo remató Olguin ajustado, pero la pierna de Ortola salvó el 1-1. Era la primera clara de los burgaleses.
De hecho, ambos dejaron las ocasiones para la recta final. Porque en el minuto 37, Aritz evitó el 2-0 en un tiro directo de falta de Llorian. El portero del Mirandés B voló para despejar a córner el buen lanzamiento. Y poco después, en el 42, Javi de Mesa chutó desde fuera del área, tras varios rechazos, a bote pronto, mandando el cuero cerca del palo izquierdo de Aritz.

Ninguno acertó y al descanso se llegó con ese 1-0. Con el intermedio llegaron los primeros cambios. En el Real Ávila, uno y obligado por la lesión de Ivi. En el Mirandés B, dos, con la intención de ir a por todas. Jonathan Prado quería más del filial burgalés. Y dio la sensación de que así fue, con más llegadas por banda y centros al área. Aunque el Real Ávila avisaba con las contras y con otro balón parado, con remate flojo de cabeza de Carlos Pascual.
El problema para el conjunto de Borja Rubiato eran las lesiones y el técnico se vio obligado a agotar los cambios en el minuto 68. Aun con todo, parecía tener el partido controlado, sin mucho sufrimiento atrás.
Hasta que el balón parado volvió a aparecer. De nuevo en un saque de banda, prolongado de cabeza por Olguin, que cazó Óscar, casi en la primera que tocaba, para chutar entre una maraña de futbolistas y lograr el empate.
Quedaban 15 minutos y se igualaba la eliminatoria. El Real Ávila entonces cambió el guion. Y tuvo dos seguidas. Una de Víctor, que lanzó al centro para que parase Aritz; y otra de Espada, tras un córner, que envió alto. Parecía que el cuadro abulense había resurgido, consciente de que el 1-1 le mandaba a la prórroga, algo que no quería de primeras. Pero fue su portero, Christian, el que logró que así fuese, en una gran intervención, ya en el tiempo añadido por el colegiado, a chut de Asier de primeras. Así que el tiempo extra decidiría el segundo finalista.
Y en ese tiempo, el Mirandés B entró mejor, con más presencia en ataque, logrando adelantarse en el minuto 7, con un remate de cabeza de Asier, solo en el borde del área pequeña, tras un buen saque de esquina. El filial burgalés daba la vuelta a la eliminatoria.

El Real Ávila se lanzó a tumba abierta a por el empate. Arriesgando y dejando huecos atrás, que pudo aprovechar en una contra su rival. Era un tres para uno, pero Christian fue más listo que los atacantes mirandesistas. Adelante, Julio fue el que la tuvo más cerca en el último instante de la primera parte de la prórroga, pero remató fuera el centro de Grillo.
La segunda mitad de la prórroga fue de tensión. Un gol del Real Ávila le podía dar la clasificación. Y lo buscó. Incluso cuando se quedó con uno menos. La tuvo, de cabeza, Carlos Pascual, pero su remate forzado se fue fuera. El Mirandés B se defendía bien sin olvidarse del ataque. De hecho, tuvo en las botas de Gichard la sentencia. No acertó en la primera pero sí en la segunda, ya casi al borde del pitido final, en un mano a mano con Chris.
El 1-3 dio el pase al Mirandés.

Este sábado 14 de mayo, a las 18.30 horas, en La Arboleda al Mirandés B-Atlético Tordesillas en la final de la fase de ascenso del Grupo VIII de Tercera.