El Real Ávila no sale de la cuarta plaza tras caer ante el colista Astorga en la ultiima jornada, los buenos resultados de hace unas semanas se van diluyendo, mientras Diocesanos no levanta cabeza y ya es colista.

El Real Ávila perdió de forma merecida ante el Atlético Astorga (0-1), que llegaba como colista al Adolfo Suárez, encajando un gol en la segunda mitad, fruto de un error de los encarnados que realizaron un pésimo partido. Pese a la derrota, la cuarta en las seis últimas jornadas, donde los de Borja Rubiato han sumado 4 puntos de 24 posibles, el equipo abulense se mantiene cuarto en la clasificación, eso sí a ocho puntos del líder Guijuelo y con los mismos que el sexto Tordesillas, éste fuera de los puestos de fase de ascenso.

El gol de Jesús facilitó que los astorganos dejasen el farolillo rojo, en un choque en el que no hubo apenas oportunidades y en el que el fútbol brilló por su ausencia. Las aproximaciones a las áreas fueron escasas y la igualdad en el mal juego fue equitativa en ambos bandos.

Probó fortuna sin éxito Dani Tena con un disparo a los tres minutos desde la frontal que se iba alto. Los astorganos presionaban muy arriba e incluso demandaron un penalti que el árbitro no apreció. En el 7’ el portero Adrián -debutante en partido oficial en el conjunto encarnado por sanción a Christian– provocó un susto al quitarle el balón Jesús, aunque el meta se rehizo y logró rectificar un fallo que le hubiera costado caro.

El primer acercamiento local se produjo en el minuto 10 mediante un remate de cabeza de Ivi que se marchaba por encima del larguero. El tiempo transcurrió hasta llegar al descanso sin nada reseñable sino el bostezo de los espectadores por lo poco que veían sobre el terreno de juego en un choque trabado, con muchas faltas, y con el Real Ávila sin crear peligro y sin ideas.

La reanudación arrancó con la primera aproximación visitante con un chut desde fuera del área de Lucho que acababa de entrar al campo en sustitución de Abad. El encuentro iba transcurriendo sin lances importantes y a la hora de juego el equipo local forzaba varios saques de esquina. En uno de ellos remataba de cabeza Carlos Pascual y en otro Dani Tena lo hacía con dificultades. En el bando maragato el que cabeceaba era Diego Peláez y Sergio Fernández tuvo ocasión de abrir el marcador.

En un panorama desolador, en el 71’ del partido llegaría el único gol. Pierde el balón el Real Ávila en el centro del campo y el Astorga realiza un contraataque, fallando la defensa encarnada que dejaba solo a Jesús, que con todo a su favor anotaba dentro del marco de Adrián. Dos minutos después el conjunto leonés estuvo cerca de conseguir el 0-2 con un remate de cabeza de Prada.

El cuadro local se volcó sobre la meta visitante. Borja Rubiato hizo cambios para tener mayor proyección ofensiva retirando al defensa Sito Cruz por el delantero Julio Rengel y sacando a Grillo por Ortolà en la medular. Javi de Mesa dispuso de la oportunidad más clara para poder empatar en el 80’ con un chut que obligó a Sergio a realizar una gran intervención que evitaba privar de los tres puntos a los de Chuchi Jorqués.

Ahora al Real Ávila le corresponde afrontar un duro calendario hasta final de año para culminar la primera vuelta, con jornada de descanso incluida. Le esperan los tres primeros clasificados: Mirandés BGuijuelo y Júpiter Leonés. Casi nada.

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El Diocesanos UCAV encajó cuatro tantos en su visita a Palencia (4-0), tres de ellos recibidos en la primera mitad. Los abulenses no tuvieron su día y el resultado es el más amplio en su contra en lo que llevamos de temporada, que les envía a la posición de colista.

El partido comenzó mal para el equipo visitante, porque a los siete minutos una incursión por la izquierda acabó con un centro de Haji desde el otro lado que remataba de cabeza Guille para sorprender a Javi Hernández, ocupante en esta ocasión del marco amarillo. Era fruto de la mayor posesión a cargo de los palentinos, que llegaban con cierta facilidad a la línea de fondo, sobre todo por su ala derecha.

Cuando se cumplía el primer cuarto de hora, el guardameta colegial salvaba a su equipo del segundo gol despejando con el pie un tiro por bajo en un mano a mano con Garban. Era una nueva ocasión local para marcar, mientras que el ‘Dioce’ apenas había creado peligro sobre la portería defendida por Chema. Lo intentó a partir del ecuador del primer tiempo adelantando líneas y saliendo de la cueva a que estaba siendo sometido por el anfitrión, cuyo jugador Garban marcaba un gol, anulado por el colegiado por fuera de juego.

Una jugada por la derecha de Carpio acababa en centro al área chica donde Garban metía el pie para anotar el 2-0 en el 37’, aprovechándose de la falta de entendimiento de la defensa abulense, en la que en el 43’ y al despejar el balón, a punto estuvo Oli de marcar en propia puerta el que hubiera supuesto el 3-0. Pero el gol vino un minuto más tarde metiendo la pelota Fer en el área, la cogía Guille y la pasaba a Garban para que éste, libre de marca, anotase el tercero de su equipo y el segundo en su cuenta personal de la tarde.

Nada más empezar la segunda parte se vio al Diocesanos con el propósito de reducir la brecha abierta por el Palencia, forzando varios saques de esquina. Su entrenador, José Alberto Fernández Somoza, efectuó pronto los cambios de Fer por Víctor Meneses y Vicente por Jorge Sánchez, con el fin de mostrar una cara más ofensiva. Uno de los sustitutos, Vicente, al poco de salir lo intentó con una volea que Chema detuvo.

En el bando palentino había saltado al terreno de juego Chopi, que en el 64’ cogía un balón en el área chica y cayéndose lograba batir a Javi Hernández para establecer el 4-0, una losa difícil de levantar. Dos minutos después Mito efectuaba un disparo que estuvo a punto de sorprender al arquero abulense, quien en el 77’ se anticipaba ante Togola que había recibido un buen pase de Ander, salvando luego con tres intervenciones de mérito un mayor correctivo para el conjunto abulense.

Somoza: “Resultado duro

El entrenador del Diocesanos reconocía que habían salido “mal al partido”, marcándoles el Palencia tres goles muy fáciles en centros laterales” que su contrario había rematado “con centros comodísimos”. “Nos han superado en intensidad, en concentración, en todo…”, admitía, cometiendo los mismos errores que cuando jugaron con la Arandina y que “tenemos que corregir sí o sí”. Tras recibir el primer gol jugaron sin concentración ni orden y “con las sensaciones que habíamos ya perdido el partido en diez minutos”. “Una marcha menos en esta categoría te pasa por encima”, apuntaba.