No fallaron ni Andorra en su visita al Multiusos de Cáceres, ni el Palencia que ganó al HLA Alicante (87-79) en una noche en la que su afición volvió a ser determinante para una nueva remontada. Un encuentro en el que los campeones de Copa Princesa ofrecieron el título a su afición.
El HLA Alicante trataba de convertirse en el primer equipo capaz de tumbar en su feudo al primer clasificado. Un choque en el que los hombres de Rafa Monclova aguantaron a la perfección el tirón de su rival durante 32 minutos llegando a verse incluso por delante en un buen número de ellos. Especialmente en el tramo final del tercer cuarto donde dos triples consecutivos de Chapela invitaban al optimismo alicantino. Pero como sucedió en la final de Copa, el público del Municipal de Palencia no había dicho aún su última palabra, llevando al equipo en volandas para certificar la decimonovena del curso (87-79). Una victoria que el equipo celebro ofreciendo la Copa a su afición junto a un mensaje de agradecimiento.
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En un aburrido partido, casi sin historia, tras un dubitativo primer cuarto, en el segundo cuarto se rompió por completo el partido reduciendo las opciones de un Oviedo en el que el estreno de Guillermo Arenas como técnico no fue suficiente. Porque la buena movilidad de balón de los burgaleses y su acierto exterior ayudó a cerrar el partido (89-64).
Por su parte, el Lleida volvió a demostrar la condición de fortín de su Espai Fruita Barris Nord y lo hizo con una nueva exhibición de Michael Carrera, con 39 tantos de valoración determinantes a la hora de poder tumbar al siempre sólido Real Valladolid (85-77).
