Sorprendente derrota del VRAC Quesos Entrepinares en su feudo. El Ordizia planteó un partido sin fisuras en defensa y se llevó la victoria de Pepe Rojo por 10-25. Los vascos se fueron al descanso con una cómoda ventaja (3-15, min. 40), renta más que suficiente para abonarse la victoria tras unos segundos cuarenta minutos en los que solo Gabriel Vélez, en los minutos finales, fue capaz de perforar las líneas de Ordizia.
Siempre es complicado volver a jugar tras varias semanas de inactividad. Cuesta coger el ritmo de juego, recuperar sensaciones y adoptar automatismos. El parón ha hecho mella en el VRAC que salió al césped de Pepe Rojo, bajo una lluvia incesante, con actitud pero sin aptitud.
Pese a esa carja inicial fueron los de Diego Merino los encargados de inaugurar el marcador con un golpe de castigo ejecutado por Kemu Valetini en el 20´. El rival devolvía de la misma forma la igualdad al marcador con una certera patada de Julen Goia (3-3, min. 22). Con el empate la iniciativa del partido viró hacía los intereses de un Ordizia muy bien plantado. Valentín Cruz logró la marca en el 29´ y al borde del descanso fue de nuevo Goia el encargado de hacer saltar las alarmas en Pepe Rojo (3-15, min. 40).
Ambos equipos se iban a vestuarios con la sensación de que Ordizia controlaba el partido desde la defensa. Merino iba a tener que hacer ajustes en su quince para buscar la remontada. La presión de Ordizia bajó y apenas buscaron llegar a la zona de marca. En una de sus embestidas forzaron un golpe de castigo que abría aun más las diferencias en el marcador (3-18, min. 40)
VRAC trató de recuperar el terreno perdido subiendo la presión. Los efectos de esa presión llegaron pero sin tiempo para completar la remontada. En el 75´ Gabriel Vélez ensayaba y Baltazar Taibo transformaba para el 10-18. Quedaban cinco minutos pero hacía falta algo más que un ensayo. Con los vallisoletanos volcados, Alain Araña recuperó el balón y solo al contraataque puso el definitivo 10-25 con un ensayo y transformación.
