Ni diez días han pasado desde la última vez y de nuevo se encuentra Avenida en Fontajau para disputar, este miércoles a las 19h, otro Clásico ante Girona (en directo aquí). Pero, con las pocas diferencias que se pueden dar en este escaso lapso de tiempo, hay una fundamental: en este caso se disputa un duelo europeo de la máxima categoría.
Seguramente en lo numérico sean mayores las urgencias para las locales, con 3-3 de balance, que para un Avenida que llega en un casi perfecto 5-1 a este último encuentro de la primera vuelta.
El choque significa para las charras una oportunidad de firmar una primera vuelta de matrícula de honor, increíble tal y como se ha dado la campaña, pero es sólo eso, una primera vuelta en una Euroliga de locos, como todas las competiciones, en la que todo cambia en apenas una semana.
Esa “locura” se aplica especialmente a este mes de diciembre en el que las Navidades pasan por la pista y Avenida, como su rival, encadenará dos partidos en tres días, con dos desplazamientos en el caso de las azulonas que se irán de Girona a Vitoria, y tiro porque me toca. Nada fácil, de nuevo, ni a nivel mental ni físico, y el físico es, sin duda, uno de los puntos fuertes del rival. Receta, pues, para ºeste miércoles, olvidar cansancio, molestias y toda esa ristra de inconvenientes derivados de este mes para centrarse única y exclusivamente en el baloncesto, en la pista, y en tratar de no repetir los errores de hace diez días y potenciar los aciertos. Se dice mucho más fácil de lo que hace.
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Entre otras cosas, y como más importante, es que para hacerlo hay que doblegar a un excelente rival en su casa y ante Avenida. Tres ingredientes que aprovecha al máximo Girona para llenar Fontajau, contagiarse del ambiente y salir a morder a su rival. La experiencia de hace escasos días debe servir como aviso. Un conjunto, el de Bernat Canut, plagado de poderío físico co jugadoras polivalentes como Gardner, MVP de la pasada jornada liguera, Araújo o Etxarri, además del dominio de Tolo bajo aro o la dirección de Laia Flores y Cornelius. Nada que no se conozca, lo difícil es pararlo.
Lejos de poner notas a mitad de campaña europea, tiene claro Roberto Íñiguez que “lo sobresaliente sería hacer el trabajo que toca, salir con más concentración que el último encuentro y jugar valientes, jugar el partido que tenemos que jugar. Luego puedes ganar o perder, porque depende de acierto, del día que tengas… pero debemos hacer nuestro trabajo y eso es lo que quiero que entiendan, mañana más que nunca”, explica el técnico. Con tanta acumulación de encuentros entre ambos, “cada vez nos conocemos más, los detalles que quieres mejorar, te pones en la cabeza del otro, lo que querrá repetir, lo que querrá cambiar y estar preparado. Tampoco nos da mucho tiempo: tiempo y cansancio debes tenerlo en equilibrio para salir con la frescura correcta. No por más trabajar, se juega mejor”, comenta el vitoriano. Conocedor Roberto del ambiente que espera, “para ellas aquí siempre es un partido especial, por lo que conlleva un Girona– Avenida, pero en el último encuentro el comportamiento de público, espectáculo, lo que se vivió estuvo genial y ojalá se repita, que sea un buen espectáculo y que mucha gente disfrute”, sentencia el entrenador.