Foto: Enrique López

Un derbi siempre es un derbi. Presidido por la intensidad, jugado a ritmo frenético y con un espectacular ambiente en las gradas, pero hoy además Atlético Valladolid y Ademar brindaron un espectáculo ofensivo al público asistente de los que hacen época. Aunque Ademar llegaba en gran momento y en el puesto 7º con 23 puntos y Atlético Valladolid está inmerso en la lucha por asegurar la permanencia (era 14º con 17), ni la diferencia clasificatoria ni la calidad de jugadores leoneses como Malasinskas, Pérez de Arce o Borges fue decisiva en pista.

El choque lo decantó el mejor ataque local y sus momentos de coraje defensivo, con un final apoteósico pleno de acierto en portería, defensa y de cara al gol y de total unión con la afición, que hoy no dejó de animar a su equipo. 45 goles suponen un hito anotador en la historia del club de balonmano vallisoletano difícil de alcanzar.

Y ya el encuentro comenzó con una excelente efectividad del Atlético Valladolid, que pronto tomó una ligera delantera. Los diez primeros minutos acabaron en tiempo muerto del técnico del Ademar, Manolo Cadenas, porque con el tanto al contraataque de Jorge Serrano (6 en este periodo) los locales se habían ido 9-7. Poco después Patrianova ponía el +3 (10-7). Pero la exclusión de Miguel Camino afectó a un Valladolid que asumió riesgos jugando a portería vacía, lo que aprovechó el conjunto leonés para reducir su desventaja, 11-10.

Las rotaciones de Pisonero con Diego Camino, Basualdo y Freitas dieron aún mas consistencia a la primera línea pucelana y sumado a su 6:0 con Fischer y Rosell en el centro, más la portería de Lamariano, ampliaron otra vez la ventaja de los locales (17-13). Con el pivote Borges menos suelto en los 6 metros y aún con Malasinskas en pista, el Atlético Valladolid se mantenía arriba al descanso, 23-20, ya que las transiciones de Pérez de Arce no fue suficiente bagaje.

En el segundo periodo cambió la decoración de inicio. Ademar con una fuerte defensa impidió anotar al Recoletas los primeros cuatro minutos y empató el encuentro a 23. Por si fuera poco, el cuadro de Pisonero se quedó con cuatro jugadores de campo tras la exclusión consecutiva de Rosell y Fischer. Entonces el Ademar se puso por delante, 26-27 min.37, y Pisonero hubo de pedir tiempo muerto. Pero el Atlético Valladolid de nuevo resurgió, 30-28 min.41. Diego Camino anotó en minuto 47 su primer tanto tras retornar de su lesión la jornada anterior y Huerta del Rey se vino abajo con tres arriba para los gladiadores azules (35-32).

El final del partido fue apasionante, con momentos defensivos de excelente nivel del Atlético Valladolid e intercambio de rápidos goles, el cuadro pucelano incrementó su diferencia a favor a seis goles con un fantástico Diego Camino en la dirección, Serrano culminando al contraataque y Lamariano sólido en portería. Con el resto del equipo funcionando a las mil maravillas, Atlético Valladolid se aseguró una meritoria victoria por cinco goles en un gran derbi que le permite soñar.

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El Granollers no perdona ante el Nava (35-29) y recupera el segundo puesto, los naveros, siguen sin ganar en la segunda vuelta, y ya están sólo a un punto de la zona de descenso.

El conjunto catalán, que en todo momento dominó el encuentro, tuvo que certificar la victoria en la segunda mitad ante un Nava, que lo intentó hasta el final, pero sin inquietar al el equipo catalán.