Foto: Euroliga

Que nadie dé a Avenida por muerto en Euroliga. Nunca. No es que el equipo haya resucitado, nunca llegó a morir, pero su espíritu, su ADN, su intensidad sí ha vuelto a aparecer. Y todo eso en la noche indicada, con un Würzburg lleno y apretando como en las grandes noches… y contra el campeón de Europa, 74-61 en un memorable partido de baloncesto. Tres cuartos de brillantez e intensidad defensiva, llevadas en volandas por toda una ciudad, y un cuarto para aguantar el talento húngaro. Y, de nuevo, con una actuación coral: todas jugaron, todas volvieron a anotar. Destellos de brillantez de Fas, Mic, Andrea, Bridget…. vaya, lo que es un equipo. 

(Aquí el resumen del partido, y aquí el partido íntegro).

Vida o casi muerte y Avenida salió a vivir, y de qué forma. Espoleadas por un pabellón hasta la bandera, la salida fue una clara muestra de lo que le esperaba al campeón de Euroliga. Asifixia, intensidad y, además, acierto. Un 7-0 de inicio que obligaba a parar con apenas un minuto a Sopron el partido. Se repuso el equipo húngaro tirando de la calidad sempiterna de Brooks (Milovanovic). Los triples de Andrea levantaban a la grada, la irrupción de Fas daba alas, pero había mucho partido, 17-12 tras diez minutos.

Recuerda seguir la actualidad deportiva en nuestros perfiles de Facebook y Twitter

Había marcado los estándares defensivos Avenida, de ahí no se podía bajar en ningún momento. Conseguía el +8 con un triple, pero la reacción de las visitantes llegaba con un nombre propio, Magbegor que dejaba de nuevo el choque igualado. La mano de Andrea de nuevo a escena para impedir que el acercamiento fuera mayor, y los bailes de Fasoula para abrir tierra de por medio. Un triple de Yoyo bordeando el descanso encendía Würzburg y, de paso, otorgaba la máxima al descanso, 39-26. 

Aún estaba lo mejor por llegar. Y es que si la exhibición defensiva había sido notable, llegó a sobresaliente tras la reanudación. Impecable un Avenida de “chapeau”. Los triples entraban en ataque y Sopron se quedaba sin ideas con una extraordinaria defensa. Cualquier ataque era un suplicio para el campeón de Europa y Avenida disfrutaba hasta llegar a los +20. Ver para creer. Era el momento de la temporada, casi, para Avenida que se plantaba hasta con +22 de ventaja, veinte tras el intercambio de golpes de final de cuarto, 59-39.

Tocaba aguantar y hubo que hacerlo. Y es que, no se nos olvide, el rival era el campeón de Euroliga por algo y se aferró al partido a base de triples. Uno tras otro iban acercando a las húngaras mientras que Avenida alargaba en exceso los ataques para dar vida a las visitantes, que llegaron a estar rondando la decena de desventaja. Pero no se iba a permitir sufrir. Triples de Mic, certera desde la larga distancia y, sobre todo, el de Silvia para sellar la tranquilidad y volver a levantar de sus asientos al personal y el final inverosímil de Bridget para poner la rúbrica a una noche memorable de comunión, esfuerzo, acierto y, por qué no, de sueño. Seguimos soñando, seguimos vivas.