Foto: .perfumeriasavenidabaloncesto.com

Este miércoles arranca la segunda vuelta de la competición más prestigiosa del continente, la Euroliga, con un auténtico partidazo en Würzburg entre Perfumerías Avenida y Hatay.  Se llega a la mitad de la fase regular ya completada y, hasta el momento, no se puede avanzar absolutamente nada de lo que sucederá, con un grupo, el de las charras, que se confirma como uno de los más duros que se recuerdan y donde puede, y de hecho así será, pasar de todo. Bueno, sí hay una certeza, parra Avenida todo pasará por hacer de su pabellón una cancha inexpugnable en los cuatro partidos que restan en Salamanca en esta fase regular.

Posibilidades

Y es que de esos cuatro partidos va a depender, en buena lógica, el futuro azulón en esta Euroliga. Si no se vuelve a escapar ninguna victoria, y no será nada fácil habida cuenta de los rivales, sin ir más lejos el de este miércoles mañana, Avenida tendrá muchísimas papeletas de volver a estar entre los ocho mejores equipos del Europa y, aún más, quizás evitar al primero del grupo A que, posiblemente, sea el todopoderoso Ekaterimburgo, en una hipotética ronda de cuartos. Todo porque, en esta temporada sí, las charras han cumplido sobremanera en sus desplazamientos europeos, sacando tres de los cuatro triunfos fuera de nuestro feudo, además de vencer al potente Fenerbahce en casa. De esta forma, los “deberes” quedan para el mejor escenario posible, para un Würzburg que debe ser juez y parte en el posible sueño de cuartos de las azulonas.

Los cálculos

Tratar de averiguar siquiera cómo va a terminar el grupo es una quimera. Tras el gigante Kursk, hasta cuatro equipos igualados a 4-3 y uno más, a una sola victoria. Es decir, en estos instantes hay cinco equipos para tres plazas, sumados a un Hatay que, favorito incluso a priori para estar en F4, seguro que espabilará en esta segunda fase de la temporada. Entre esos seis equipos hay tres puestos de playoffs, dos de Eurocup y uno más sin premio ninguno, amén de un Olympiacos que ha perdido muchos encuentros (incluido el nuestro) sobre la bocina y que no ha dicho la última palabra. Todo o nada en los siete partidos que restan, con tres visitas casi imposibles pero, eso sí, con cuatro encuentros en nuestra casa.