Las emocionantes semifinales de la Copa del Rey 2021 se resolvieron con sendas remontadas ajustadas de los equipos que visitaban el Pepe Rojo y La Teixonera. Véase el Lexus Alcobendas, que defenderá el título por segundo año consecutivo, y el Universidad de Burgos-Bajo Cero Aparejadores, que disputará su primera final, el día 5 o 6 de junio en el Estadio Carlos Belmonte, de Albacete.
El Barça Rugbi hizo una gran lectura del juego en la primera parte de su semifinal contra el UBU-Bajo Cero Aparejadores, impidiendo los avances prolongados que suelen imponer los burgaleses cuando encuentran su ritmo y combinando a la perfección distintos registros en ataque. Bautista Güemes al pie y Pablo Ortiz con un ensayazo tras carrerón de 60 metros marca de la casa castigaron a los de Juan González, que sin dejar de intentarlo, no pudieron amenazar de forma clara la zona de marca rival hasta poco antes del descanso, sumando una patada de castigo en los primeros 35 minutos.
Poco antes de ir a vestuarios, el cuadro burgalés logró por fin quitarse los nervios y el agarrotamiento propios de la ocasión, encadenando por fin una serie de fases prometedoras en campo contrario, que concluyeron con una perfecta transmisión entre Rocaries, Norton y Weersma para que Gert Cronje posase en el ala. Este impulso fue determinante para que Aparejadores comenzase el segundo periodo con mayor dominio, jugando más en campo contrario y provocando varios golpes. Con uno de ellos, llegó el imparable maul tras touche con el que adelantaban al conjunto culé en el tanteo.
Gran orgullo y constancia mostrados por la delantera amarilla en unos minutos claves para el devenir de la eliminatoria, pues la solvencia en el contacto y la seguridad en las fases estáticas fueron claves para frenar la buena reacción del Barça. Los locales tuvieron sus oportunidades, pero los visitantes no se echaron atrás y cerraron la victoria por 16-20 con un último golpe la jugada final.
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El Lexus Alcobendas se impuso en la otra semifinal (3-7) al SilverStorm El Salvador. El equipo local hizo algo más que dar la cara, con hasta tres lesionados en el primer tiempo, y con una actuación arbitral más que cuestionable. Dos exclusiones en el segundo periodo, lo que obligó a jugar con trece efectivos durante algunos minutos, posibilitó la derrota de los vallisoletanos.
