El BSR Valladolid ha asegurado, de manera prácticamente segura, la cuarta plaza liguera, tras imponerse en la prórroga (75-78), en un partido muy igualado y competido, al Murcia, aprovechando la veteranía y saber hacer de sus jugadores en los compases finales.

El técnico del equipo vallisoletano, José Antonio de Castro, ya había advertido sobre la dificultad de ganar en cancha murciana, y la necesidad de hacer un partido completo, basado en una seria defensa, para poder llevarse el triunfo, ya que enfrente iban a tener un rival tremendamente luchador, del que tan solo les separaba una victoria.

Los parciales dejan constancia de lo acontecido en la pista, con dos equipos entregados al cien por cien, que buscaban minimizar los errores y sacar petróleo de cada ventaja. Por parte del UCAM, Fryer y Pablo Zarzuela se convirtieron en los principales referentes ofensivos, mientras que del lado vallisoletano, una vez más, Fabián Romo demostró su capacidad anotadora.

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Pero no solo contaba ese acierto de cara al aro, sino que resultó determinante la defensa, la visión de juego y la circulación del balón. Y ahí fue el Valladolid el que se llevó el gato al agua, gracias a la experiencia de jugadores como Robles, Soria, Adrián Pérez o Ruggeri, pero también del buen hacer en la pintura de McCarthy Grogan y Jelmer.

Lo cierto es que el UCAM tuvo en sus manos la posibilidad de ganar el choque, pero no logró anotar en la última jugada del tiempo reglamentario y, ya en la prórroga, el cuadro morado dio un recital de templanza y seguridad, que le permitió amarrar la victoria.