Una vez más, y ya van seis, el Ademar León revalidó la Copa Castilla y León de equipos masculinos de balonmano. Los leoneses, dirigidos en esta ocasión por Daniel Gordo, se arremangaron para ganar (29-26) a un Atlético Valladolid que mandó en la primera mitad de un encuentro celebrado en el Pabellón Municipal «Santiago Manguán», de Aranda de Duero.
En la primera media hora era el cuadro vallisoletano el que gobernaba, desde el marcador, el encuentro. El liderazgo de Alejandro Pisonero iluminaba las acciones de ataque combinadas con la eficacia defensiva. Al descanso los de Pisonero se marchaban con 11-14 a su favor, si bien llegaron a distanciarse en cinco tantos.
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Pero un parcial de 8-1 en el inicio de la segunda parte daba la vuelta al partido con un 18-15 en el minuto 40. De ahí en adelante Ademar no dejó de estar en ventaja, si bien tampoco la amplió.
La versatilidad del cuadro leonés, la tarjeta roja a Roberto Rosell, las pérdidas de balón y unos bien ejecutados «siete contra seis», también por parte de los leoneses, desesperaron al Valladolid.
Otra buena noticia para el cuadro ademarista fueron los minutos de los que disfrutaron dos canteranos: el extremo Sergio Sánchez, que jugó en la primera mitad, y el pivote Aldo Pagliotta, que realizó labores defensivas durante casi toda la segunda mitad.
Para llegar a esta final, Ademar derrotó al Nava por un ajustado 28-27 (15-12 al descanso), mientras que el Atlético Valladolid hizo lo propio con el equipo anfitrión, Villa de Aranda 25-36 (13-20 al descanso).