La justicia ha dado la razón al Real Burgos, que hasta que se resuelva el procedimiento abierto por el presuntamente indebido aplazamiento del encuentro entre el equipo rojipardillo y la Arandina la temporada pasada, seguirá jugando en tercera división.
Concretamente el auto acuerda adoptar “la medida cautelar solicitada por el Real Burgos CF SAD, contra la Federación de Fútbol de Castilla y León, consistente en el mantenimiento e inscripción del Real Burgos en el Grupo VIII de Tercera División de la Liga Nacional de Fútbol, incluyéndole a la hora de elaborar y conformar el grupo y el calendario de competición para la temporada 18/19, entre aquellos que han de disputar la misma”.
El auto abre también la posibilidad de que los equipos que se consideren afectados por este cambio puedan ejercer “cualquier acción contra la Federación Territorial de Castilla y León”, a la que califica como “responsable” de la situación.
La federación acata
La federación, por su parte, ha emitido un comunicado horas después de conocerse el auto en el que acata la sentencia y comunica que “este auto es de obligado cumplimiento y es necesario, en virtud del mismo, rehacer el calendario del Grupo VIII de 3ª División para que pase a estar compuesto por 21 clubes”.
Una situación que según la federación “inexorablemente nos conducirá a tener que disputar encuentros en días laborables, ya que hay una fecha de finalización obligada en virtud de la disputa de la 2ª fase de la competición que es el 19/05/2019”.